Amanece,
y amanezco…
observando las ultimas
pinceladas de llanura,
lavando mi cara
con un viento fresco
que me abraza
borrándome las huellas
de encierro y desconciertos,
hablo con un cartel
que llora otra noche
titilando lágrimas
encendidas por estrellas
sobre las montañas…
halla a lo lejos,
arranco los sueños
guardados en pastos tiernos
y un manto de flores
de lupines
me regalan recuerdos
perfumando los años viejos
mientras el alba
hace de espejo
y una sombra
me acompaña
a buscar un destino…
un camino empedrado
que me lleve
a hablar con el tiempo
y poder saber,
si estoy
despierto.
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