Quién llorará mi cuerpo
no encontrado,
mis verdades enmudecidas,
mis pensamientos dibujados
en paredes pintadas,
mis llantos a oscuras,
mis heridas.
Quién llorará mi olvido,
la razón de mi existir,
mi camino sin huellas,
mi inexistencia presumida,
mis fotos amarillentas
frente a velas prendidas.
Quién llorará mi rebeldía…
nostalgia de un tiempo
que escribe en silencio
sobre hojas mojadas,
madres en silencio
y una misma morada.
Quién llorará mis años
derramandos sobre ausencias,
mis causas nobles,
mis plegarias,
mi alegría de servir
en forma diferente,
de honrar la vida
aunque sea con mi muerte.
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