Entre el mar y el río
no hay distancias,
son dos cuerpos
que se abrazan
entre brazos
que acarician
besos dulces
y lágrimas saladas,
colores distintos
sobre un mismo sol,
brillos de lunas
frío y calor,
pieles,
correntadas
de suspiros buscando una
bahía
y entre miradas que se hablan
remolinos de ternura
vertiente tuya,
vertiente mía.
Entre el mar y el río
hay un coro de alondras
que pintan sus recorridos,
acuarelas del alba
sueños, melancolías
y un viento que baila
con las nubes...
viajeras de un alma
desconsolada
que ha tenido todo
y hoy no tiene nada
por el amor
que ha perdido
sin saber si fue el
mar
o el mismo río
que provoco el naufragio
de lo mas querido.
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