Tengo tantas noches vacías....
como recuerdos...
es cuando las estrellas y la luna...
se alejan...
principio y final...
y un castigo ...
sentir...
sin tu voz...
el olvido...
renacer en cada pensamiento..
mendigo de un otoño...
y tantas primavera...
que solo espera...
estar..
una noche...
para que vos...
entiendas.
La vida jamás nos deja.
ella tiene mil salidas...
como la tiene el sol...
junto a los pájaros...
que lo cuidan...
despertar...
es un regalo...
que no vemos en las caídas...
no bendecimos estar...
deshojando albedrios...
si supiéramos que hay un Dios
negariamos al destino...
huellas de caminantes..
con vistas de pelegrino...
hay tantas cosa bellas...
para ver...
agradecido.
Hay cuatro esquinas
y un par de escalones...
una salida...
Cinco... ventanas...
que no respiran...
un solo sueño...
que no habla y mendiga...
sies días y un domingo...
que festeja duendes eternos
entre campanas...
Siete. noches sin lunas...
sin despertar.
ocho son los esfuerzos
en una semana...
que oculta al séptimo
día que se ha marchando...
para no decir nada.
Los encontré...
Entre retamas...
que pintaban amarillos
nuestras alegrías..
rosas que multiplicaban..
colores...
abrazos y un estar.
entre montañas sin soledad...
Desohojabamos los atardeceres...
le regalamos a las noches..
un estar... tan presente..
como la luna.
Descubrimos...
deseos tan deseados..
caminábamos sin caminar...
eramos aquello que pasa..
la aventura,
el viento
la libertad...
el último mojón...
lo que no está escrito..
la última sensación..
sin precipicios..
el llanto y la alegría..
un sueño sin soñar tus manos y las mías.
en NAVIDAD.
Diciembre 1984
Uno fue la mirada...
que dijo que te amo.
Dos fue los besos tan esperados.
tres fueron los abrazos
entrelazados.
Cuatro las estaciones
que esperaron tu presencia...
ilusionado.
Cinco fueron
los días de la semana..
condenado.
Seis.. fue las cartas
de un sábado paralizado..
Siete... fue la partida con lagrimas...
resignado.
Ocho fue el perfume de tu piel...
lo que has dejado...
Nueve el principio sin final
enamorado..
Diez son los años y un perdón...
acongojado.
Soy un puñados...
de noches distraídas
mientras las nubes...
atrapan sueños...
que la luna espera...
en su salida.
Si puedes decile que la amo...
que hace cuarenta años
que soy su esclavo...
que vivo en libertad...
sin consecuencias...
que soy el silencio..
y las palabras...
mil escalones hacia la luna...
donde guardo todo...
menos mi apariencias...
una calle a oscura...
un velador sin luz...
un cama gastada de sueños que
mira una ventana
que suspira vientos
atrapados.
Si la vez decile que no pasa nada..
que el silencio...
es solo una respuesta...
no consensuada...
el castigo de no entender al tiempo...
un cuadro sin miradas...
si la ves decile ...
ella sabe...
nada.
El pasado
ya no existe...
El presente es el instante pleno...
el futuro... el último parpadeo... ante de dormirnos.
el despertar... la gratitud.
Cuando tengamos la libertad...
de salir...
no nos interesara donde llegar...
y tendremos la alegría de volver.
