Hay una luna que apunta...
y nos mira...
dejamos de ser testigo...
y no acompañamos...
esclavo de un tiempo...
vamos perdiendo la luz...
y los costados...
para dejar de ser...
aquel que soñamos...
fugitivos... rebeldes...
con piel que duele.. y espinas...
cambiamos de ropas...
olvidamos las esquinas...
el perfume de esas noches tan
presumidas...
nos alejamos de la luna...
que tanto le prometimos...
para quedarnos mirando al sol...
si estación
sin latidos...
cuidando sin entender...
sabiendo sin saber...
alimentando el atardecer...
sabiendo que esas noches...
no tienen amanecer.
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