Colgó como todos los días
el último día...
la remera gastada...
su pantalón cortito...
las medias manchadas de sueños
de corazón y tiza...
custodio como la mejor centinela...
mirando al cielo...
es que anunciaban lluvias..
entre lágrimas del alma...
y un viento que asfixia su pecho...
pariendo un dolor de madre...
su ausencia...
deshojando rincones...
las presencias ...
Un par de botines...
se han quedado callados
ya no habrá pasto y agua...
ni reyes magos.
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