Miran sin observar
justificando su accionar
con un libreto vencido,
crucifijos sin alma
en manos frías,
sobre pasos rápidos,
huellas que lastiman
miradas sin vidas,
gulas de un tiempo
que castiga
con palabras repetidas
en cenas de pocos
mientras muchos mendigan,
hipocresía en abrazos sin manos
y en la lejanía
hay una placa sin nombre...
como la tuya y la mía.
se creen dueño del sol
y el infierno es su agonía
reflejado en arrugas
que dibujan un tiempo
que se termina,
pobreza de ricos
ausentes en su presencias
y como todos los días
hay banquetes derrochados
en mesas vacías.
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