He caminado sus manos
atandole los cordones,
a la vida,
consolandole los golpes,
susurrandole al oido...
ya paso,
vamos,
acomondandoles
los pantalones
grandes
sobre una remera gastada,
he callado de felicidad,
y sus llanto,
abrazando su cara transpirada
sobre besos dulces
van mis canas,
y no dejo de estar
hoy...
ya hecho hombre,
porque en sus huellas
esta mis vos,
mi sentir,
mi tiempo,
y sus mañanas.
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