Somos un conjuntos de sombras
y amontonados murmullos desolados.
Somos el pasado que desespera
detrás de un presente que no espera,
solo invita a compartir un desencuentro.
Somos un momento sin huellas,
un tiempo acostumbrado a oír sin escuchar.
Somos un puñado de discursos
sin cursos,
un montón de improvisaciones
que justifican mentiras no improvisadas.
Somos la calma que habla al oído con
fuerza de una tormenta de verano.
Somos lo que somos, sin saber que somos
aquel reflejados en aquellos.
Somos una continuidad, un bostezo, una ausencia,
frío y calor sobre pupitres vacíos,
una simple apariencia sin espejo,
una angustia, una autoridad desautorizada,
Somos la mañana sin mañana.
Somos tantos y tan pocos.
Somos sin saber...
lo que somos.
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