Se fué con las estrellas
a regalarle sus pasos lentos
para juntar en la luna
sonrisas y chimentos
que le han concedido
manos con tiempos
a cambio de suerte,
de alguna jugada
que le cambien la vida
por una mañana,
y en un guiño de ojo
disfrazado en quimeras
la voz de un abuelo
que no desespera:
Soñé con la vieja y una escalera,
cofla,
decime el número,
jugalo a primera
y con su mirada de muchacho
amigo
y sus dedos de tiza
envueltos en nostalgia
marcaba los números
con mucha esperanza,
venite mañana,
hablale a la suerte
anda por el barrio
te siento presente,
susúrrame al oído
con cantos de pájaros
senti mis latidos de mi
corazon herido,
decile a la noche
que vos no te has ido,
que es solo un juego
como la escondida
es que están tus huellas
en tus seres amados
y todo el ejemplo que nos
has dejado.
Se fué con las estrellas...
allá bien arriba
hoy bailan en su nombre
titilando encuentros
en una poesía
las luces chispeantes de
las tres Marías.
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