sábado, 3 de abril de 2010

Resabios de un ayer

La luna despertó

con la mitad de su cuerpo tapado,

avergonzada,

regalando estrellas

a una noche tan pequeña

como los momentos de amor

que regala la vida,

y entre tintas de sal

escribo en un piel

desacostumbrada

un poema que le pide al alba

instantes

que le hurto a la madrugada

sin pensar en el albedrío

el mismo que se atrevió

a arrancarle a un jardín

desprevenido pimpollos de rosas

con perfumes y suspiros.



La luna despertó

con la mitad de su cuerpo tapado,

y no volvió a iluminar,

resabios de un ayer
que muere

sin despertar,

y entre tantos momentos acostumbrados

no olvido…

lo amado

pidiéndole a la mañana

lo que me ha robado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario