a su lugar,
a su tierra
a encontrase con los afectos,
a hablarle a la luna
desde una estrella,
a regalarle ilusiones
a duendes pequeños
que lo ven ,
aunque no sea cierto.
El siempre vuelve...
como vuelve el sol
desde su comienzo,
iluminando la vida
marcando el tiempo,
llenando el espacio
envuelto en misterio,
acelerando latidos
de corazones necios,
enriqueciendo el espíritu
de los que están despiertos,
provocando su espera
entre músicas, alegrías,
llantos y sueños.
pero nunca se ha ido,
nos acordamos que está
en su nacimiento,
nos convertimos,aunque
sea poco tiempo,
en seres humanos
con más sentimientos
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