Ya no busco...
solo encuentro...
deshojo...
las últimas primaveras...
buscando sus perfumes...
y vuelvo...
y escucho cantos...
y descubro tapiasles envueltos...
en palabras... añejas...
y camino...
y me pienso...
y soy libre...
y te encuentro...
y existe esas mismas miradas
sin los cuerpos...
el mismo perfume...
la misma piel...
la misma alegría...
El mismo encuentro.
Se perdieron...
las miradas...
el perfume de las flores...
no interesan...
las canciones están sin letras...
que adornen...
tapiales flacos...
sin ternura...
si sentir es hoy una cordura...
una brújula...
que a perdido el norte en su aventura...
el silencio..
de abrazar lo pertinente...
la nostalgia de llorar
lo permitido...
la certeza que apuñala nuestras
dudas...
vuelvo...
sobre mi ...
quizás nostalgia...
quizás soy yo...
remembranza.
Tienes cincuenta y tantos.
y mi castigo divino...
pareces un pimpollo de rosa ...
que no ha florecido...
me muero en el intento...
de un tiempo que suspira...
regocijo de amor y poesía...
callar es un tal vez...
quizás la verdad..
que oculta mentiras...
un escalón en una escalera...
sin salida...
una duda vale más...
que mil certezas...
porque...
esta viva...
y se niega a ser parte
de una ausencia...
y de mentiras.
Somos un grupo...
de amontonados números...
donde los sentidos...
se arrodillan... frente a dibujos
que saludan...
sentado sobre un tiempo apresurado...
somos un pasado sin memoria...
una migaja que seduce al presente...
para que se arrodille y piense...
en un futuro que solo obliga a mendigar...
instantes copiados...
Somos un ayer tan hermoso...
un presente..
comprado...
un mañana sin huellas...
desilusionado.
Siento...
que voy muriendo...
y negocio con la vida...
el preciso instante...
que me deje...
estando agradecido...
quizás me de un beso
en la frente...
o no llegué...
como yo no llegué...
a entenderla.
