Ayer te soñé...
y solo recuerdos...
esa sensación de felicidad
entre los bostezos...
maldigo la hora,
quizás el tiempo,
de despertar...
para sentirme incierto,
de descubrir la duda,
de dejar aquello
que tanto presiento.
de sentir a lo lejo
sin memoria...
pero tan nuestro.
Ayer te soñé,
y hoy...
estoy despierto.
Hay un río de tiempos
con marejadas de noches...
convertidas en olas...
que transforman al sol en sombras...
frente a la luna...
que talla las nubes...
que se desplazan con suspiros
que regalan las almas
que hablan con el cielo.
Ella ya no escribe...
dejando hojas vacias...
que se vuelan
suspirando un tiempo
ya lejano...
sobre lágrimas de estrellas...
reposa la misma luna...
sobre nuestras miradas.
Me dejaste de hablar...
y escribí en silencio...
palabras mudas...
sin tiempos.
Corte cien veces
la madrugadas...
dividiendo mis espalda
con promesas...
hablando con las noches
y mis tristezas..
testigos de un nunca más
por mis caídas
silencio de un amor
sin hipocresía...
encuentros de faroles
preocupados...
saber que tienen varios lados....
fingiendo los caminos
sin sentido...
muriendo en cada despertar
mi albedrio...
escusa de un ayer
tan presumido...
decioso de tu piel...
que me condena...
saber que no existe nada...
que tus besos
son mi vida...
y mis cadenas.
Volver a bailar
para que hablen nuestras manos...
descubriendo miradas...
con deseos encontrados...
suspirando nuestras pieles...
un tiempos que no ha cambiado ...
para volver a sentir
una noche sin pasado...
deseos sin razón...
perfumes de un camino
que nunca se ha equivocado...
para tenerlo todo...
instantes ilusionados.
Baila...
que existen
primaveras...
que la vida...
nos ha regalado.
Cuando la luna
es niña...
siempre se esconde...
juega con las nubes
aquellas que llevan su nombre.
Cuando la luna crece...
disimula la otra cara...
la de tantos besos...
sin mañanas.
Cuando la luna se despierta
llena...
desnuda su cuerpo
frente a la noche que la espera...
hay caricias que no olvida nunca
la luna nueva...
menguando las historias
que la condenan...
a solas..
a esperar la primavera.
El sol de la luna llena...
lleva tu luz
y tu nombre...
envidias de estrellas fugaces...
que lloran tiempos perdidos
y desencuentros con el alba
en distintos caminos...
son refugios de soledades
que le rezan a las noches...
poder volver a encontrar esa piel
tan original
tan distinta...
como ese amor que irradia
en cada beso.
